Regla de Oro


Es mejor no desayunar en casa con polvos de una sola noche si sabes que no quieres volver a quedar con ellos. Aunque a ti pueda parecerte lo contrario, prepararle café y tostadas a una persona a la que no tienes intención de volver a ver es un acto extremadamente cruel..., porque da falsas esperanzas.
En cambio, invitar a tu polvo a desayunar en la cafetería de la esquina es una idea EXCELENTE. Con mucha elegancia, lo estamos echando de nuestra casa. Un desayuno de treinta minutos es más que bastante. Luego sonríes, le das un abrazo y desapareces.
A lo mejor, o a lo peor, no lo sé, mi actitud te parece borde pero, créeme, en el fondo soy una romántica y me encanta desayunar acompañada de hombres, para mi, únicos.
Así que, no lo dudes, si te traigo un capuccino a la cama, estoy rendida a tus pies. Si te compro un capuccino en la máquina de la cafeteria de la gasolinera de la esquina, no volveré a ver tus pies en mi vida.
Que tu Piel sea mi abrigo... Tu cuerpo mi refugio... Tu Alma mi creencia... Tus labios mi alimento... Tus manos mi pasión... Tu mirada mi deseo... Mis gemidos, la voz de tu silencio...
Me estiré, dejándome llevar, empecé a acariciarme... Lo necesitaba tanto...
Sentía placer, sentía deseo...
Tu boca se unió a la mía... Nuestras lenguas entrelazadas...
Nos movíamos, jadeábamos... Piel contra Piel... Moviéndonos con lujuria... Acariciándonos... Despertando más Deseos...

La realidad


¡Cuidado! En ocasiones... nuestros Deseos se hacen Realidad...
Mi Deseo de Ti, es real, palpable, latente, se respira...
Deseo, necesidad de SENTIRte profundamente, en mis entrañas..., hasta el fondo de mi Alma...
Ansias de Tus embestidas con ímpetu, con fuerza,... construyendo tu molde dentro de mis caderas...
Ganas de beberte, de ser tu Fuego..., de dejarte sin  aliento...
Me Deseas... Te Necesito... Tus Ansias son Mis Ganas de Ti...
Tu boca... Mi lengua... Nuestras miradas... Tu llama de dragón derramada en Mi...
Y..., la realidad supera mi Deseo...

Tu placer, el mio... Mi victoria, tu llama


Tus manos despertaron mi piel, mi cuerpo,... mis sentidos... Tus caricias me recorrían y una oleada de calor inundaba cada recodo de mi...
Me volví hacia a Ti... Empecé a rozarte, tocarte... Las yemas de mis dedos te hacían SENTIR, imaginar... Nuestro mundo comenzó a crearse...
Te bañaste en mi mirada... Querías perderte en Mi, sin límite, sin cordura...
Mis labios y mi lengua buscaban el camino a Ti... La sed que me ahogaba, Tú la calmarias...
Tu boca besaba mi centro, llegabas a mi interior... Mi boca, ya, formaba parte de tu TODO... En esta vorágine de realidad, ... duermevela, ... imaginación... Solamente gobernabamos Nosotros..., hambrientos de disfrutarnos,... descubrirnos...
La frialdad de las sábanas que nos cubrían, daban frescura a nuestros cuerpos... Que ya no nos pertenecian... Eran presos de mis ganas de Ti..., de tus ansias de Mi...
Perdidos en nuestro Deseo,... en silencios,... en gemidos de placer arrancados de mi garganta, de tu Alma... Nos encontramos... Tu voz... Mi voz... Tu humedad... Mis líquidos...
Tu placer, el mío... Mi victoria, tu llama...
Quiero que seas aguacero sobre mi... Ser tu Tierra... Llenarme de tus ganas... Que tus dedos me den forma... Tu boca, tu lengua humedezcan mi piel con tu saliva... Te necesito para SER... Que tu Alma me de Vida... Tu fuego, el calor de nuestros deseos... Soy Tu Pasión... Sé Mio... Sin dudas, sin miedos... Entregándonos a este torrente de sensaciones que nos arrastra... A mi, a ti... A ti, a mi... Soy Tuya... Siénteme..., inocente, atrevida... YO...

PIENSO EN TI...

Pienso en Ti... Vives en mi, sin tregua, a toda hora... En mi fantasia, brilla tu imagen, siento tu aliento...,oigo tu voz. Tus labios queman y el Alma puede hablar en tu mirada. Llevo tu huella en mi pecho, nuestra pasión me turba... Somos dos ideas pensadas a la vez, dos notas acompasadas, dos ecos que se confunden... Somos dos lenguas de fuego que forman una sola llama...

De intercambio en Londres

Llevaba Carlos varios meses hablando del tema. Primero con indirectas, luego de manera un poco más explícita y al final exponiéndolo abiertamente. Mi chico quería hacer un intercambio de parejas. Yo me reía primero de las indirectas, me negué con rotundidad cuando lo propuso de manera más explícita y pospuse la cuestión con un "Ya veremos" cuando me lo confesó abiertamente.
Hay cosas que dan miedo, y esta era una de ellas. Miedo a lo desconocido, a cómo serán esos lugares donde se hacen esas cosas, a cómo me sentiría viendo a Carlos haciéndolo con otra, a si yo podría estar con otro delante de él. No creo que ninguno de esos miedos sea muy original, y ante tantas dudas mi mente dijo que ni de coña iba yo a hacer eso. A los dos minutos de empezar a planteártelo se te quitan las ganas del todo.
El intercambio de parejas, dicen las que lo practican, es una experiencia peligrosa que casi siempre es el hombre el que suele proponerlo por primera vez, pero que cuando acepta es la mujer a la que más le gusta y la que más desea repetir.Por algo será. Un día, le dije a mi chico que podríamos intentarlo alguna vez.
Londres es una de las ciudades europeas que más me gusta. Roma es más bonita, París, posiblemente también, pero Londres es mi preferida. Si voy de capricho y sólo para un par de noches me quedo en el Hotel Sanderson, que vale una pasta, pero que, de tarde en tarde, es un lujo que me permito.  Si voy para más tiempo busco otras opciones, porque más de dos días en ese hotel supone un agujero en la cuenta del que te acuerdas durante un año.
El Sanderson es un hotel que a partir de las nueve de la noche me inspira a hacer cosas malas. Además, a mí en Londres no me conoce nadie, y eso SÍ que inspira. El Hotel Sanderson tiene un vestíbulo enorme, moderno, elegante... A la derecha, una barra de veinte metros para tomar copas, y más al fondo un restaurante de lujo en el que atienden camareros y camareras guapísimos. La verdad es que todo el mundo que entra en el Sanderson parece más guapo.
Carlos llevaba una semana enganchado a Internet, preparando el viaje. Entraba en un montón de webs, mandaba mails, hablaba por teléfono en inglés, conectaba la webcam, pero no me contaba nada de lo que hacía... Era una SORPRESA.
LLegamos a Londres y hacía un Sol espléndido. A mí cuando llego a Londres me da un poco de rabia que haga Sol. Era viernes y llegamos al hotel a la hora de comer. A la hora de comer en España, que en Londrees a esa hora es imposible comer. En recepción nos dieron la llave y subimos a la cuarta planta. Al abrir la puerta de la habitación no daba crédito al ver aquella pedazo de suite, la verdad es que era maravillosa y daban ganas de quedarse allí, sin salir. Y más con ese Sol. Pedimos unos sándwiches en la habitación y nos echamos una siesta, no sin antes estrenar desnudos aquella cama que además tenía dintel, cosa que a mí me hacía mucha ilusión. El polvo que echamos fue más bien discreto, sin mucha ceremonia, aunque la siesta de después fue espectacular. Nos despertamos pasadas las ocho, que es muy tarde para despertarse de una siesta en cualquier parte, pero mucho más en Londres, que a esas horas ya hace rato que han cenado. Mientras me duchaba oía a Carlos cómo no paraba de hablar por teléfono con su perfecto inglés, y aunque ni le escuchaba ni le entendía demasiado bien, sí puede intuir que quedaba con alguien. Yo no quise preguntar con quién.
Fuimos a cenar a un restaurante italiano para turistas que hay justo enfrente del hotel y de ahí a tomar una copa a un sitio que, según me explicó, había encontrado por Internet. En la puerta supe perfectamente de qué iba aquello. Nada más entrar, mi chico dijo su nombre a una señora elegantísima que había en la puerta, que enseguida le reconoció y nos invitó a quitarnos los abrigos... Poco a poco fui descubriendo que Carlos había organizado aquella noche con un esmero que me emocionaba. La señora elegante de la puerta se llamaba Carmen y, Carlos me contó al sentarnos en una mesa, que había seleccionado de distintos lugares a treinta parejas y a diez chicos y diez chicas más sin compromiso para pasarlo bien aquella noche. Tardé un rato en dejar de temblar de los nervios. De repente, casi sin darme cuenta, estaba hablando en la barra con un tipo moreno y Carlos detrás de mí haciendo lo mismo con una chica muy alta. Eran de Boston, eran guapos y eran pareja. Nos presentamos los cuatro y Carlos propuso que nos sentáramos en una de las mesas... Yo me puse muy nerviosa, muy excitada, muy celosa, muy enfadada, muy contenta...
El hombre de Boston se llamaba Dave y, estaba tremendísimo. Tengo que reconocer que ella me cayó muy bien, se llamaba Angie, era educada hasta el extremo y me trató con mucho cariño. Qué menos pensé yo, si dentro de un rato seguramente se va a tirar a mi chico. Me di cuenta de que ese pensamiento no me importaba, no me provocaba ningún dolor, más bien, todo lo contrario. Imaginar a aquella mujer con Carlos y yo verlo me empezó a excitar. " Me estoy excitando ", confesé al oído de Carlos. " Cuánto me gustas ", contestó.
Si alguna vez en mi vida iba a hacer un intercambio, ese era el día; los de Boston eran la pareja ideal, y la suite del Sanderson el mejor de los lugares. Todo era PERFECTO.
En la habitación la excitación me pudo y decidí abandonarme a que me sucediera cualquier cosa... Hubo momentos en los que me sentí extraña viendo a Carlos tocando, haciendo sentir a otra lo que me hacía a mi normalmente, pero aquella situación tenía tanto morbo que lo pudo TODO. Tuve orgasmos con los tres que al margen de mí estábamos en aquella cama... Miradas, manos, sensaciones, cuerpos, deseos... Con Angie también me corrí, que ya que intercambiábamos, que fuera un intercambio completo... Jamás hubo tanta pasión en una cama.
Cuando Dave y Angie se marcharon de madrugada, Carlos y yo nos amamos con mucha ternura, demostrándonos que cada uno de nosotros éramos para el otro algo único. Después nos abrazamos y así nos quedamos dormidos juntos y solos, viendo cómo la lluvia volvía a caer en Londres...

...Te tocas???

Una voz, un silencio, gemidos... Te tocas??? Puedes sentir mi lengua en ti??... Imagino, imaginas??
Siento tus manos recorriendo mi cuerpo, llegando a mi monte de Venus. Mis dedos en ti, la humedad de mi lengua en tu sexo... Y, despues, el silencio envolviendonos. Gemidos arrancados al alma... Tu en tu espacio, yo en mi espacio, que se vuelve uno solo
Tengo hambre... hambre de ti.. ven... déjame que te haga sentir lo mismo que siento yo.. para poder explotar los dos.. a la vez..
Por fin, te siento, te tengo... Nuestra hambre, mi hambre de tu cuerpo empieza a ser saciada. Nuestra sed, mi sed de ti es mi victoria...
Quiero ser llama atravesada por tu lanza...

Despéinate (me despeino...)

Despéinate... Que el viento revuelva tu pelo. Mis manos te ayudarán a que ni un sólo cabello esté en el sitio correcto. No hay nada más bello que vivir la vida sin el estigma de la culpa. Lo que hicimos, lo hicimos con orgullo. Éramos inocentes, buenos, inofensivos, ingenuos, puros. Despéinate del todo, sin miedo a las miradas ni a los juicios. Luce tu cabello en pleno caos. La belleza es desorden y asimetría. Es libre albedrío. Depéinate cuando caminas. Cuando besas. Cuando amas. Despéinate sin pudor cuando palpitas desnuda, tan cerca de mi piel. Cuando sudas. Cuando te entregas. Cuando te mojas. Cuando te pierdes en gemidos. Cuando vas arando con tus uñas surcos rojos en mi espalda. Despéinate. Que tu cabello le cambie la cara a las buenas costumbres. Que tu melena en rebelión, soberbiamente altiva, se adueñe del Tiempo. Envuélveme en tu rebeldía. Triunfa sobre mí perdiendo la batalla y doblegándote a mi fuerza. Róbame el corazón un poco más mientras sujeto tus muñecas. Aduéñate de mi pasión. Niña buena, te mueres de ganas por ser la última de la clase. El penúltimo lugar será para mí. Descubre como despeina el volar. Flota. Navega por el Cosmos. Siéntete bella, esplendorosa y eterna. Mírame. Sedúceme. Sonríeme. Tómame. Consúmeme. Devora con apetito lo que quede de mí. Juega. Baila. Ríe. Ama. Canta. Besa. Y sobre todo, Brilla. Despéinate. Hoy te he imaginado de nuevo, despeinada, como aquella tarde. Y sigo muriendo por ti, cegado por tu desnudez translúcida...