El beso... Alma...

La noche suave y tibia nos envolvía... Nos tomó en sus abrazos, nos llevaba...

Sentí mi cuerpo disiparse... Tenía ya la sensación de flotar por los aires...

No tenía miedo... En aboluto... El miedo me era extraño... No quería que surgiese y me contuviese, que lo estropeara todo...

Avanzábamos lentamente... Esa noche me sorprendió la calma... No el silencio, no, la calma... Los sonidos que llegaban eran suaves, lejanos, y nos mecían mientras mis ojos se perdían en Él...

Se inclinó hacía Mi..., mirándome, sin rodeos... Buscándome... El poder del gesto sobre el inconsciente... La superioridad del cuerpo sobre la palabra... Era extraordinario...

Nos acariciámos... Nos besamos... Nos miramos... Nos unimos... Sin hablar... Le infudimos alma al mundo..

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