Tardé en llamarte una semana...dejé pasar siete días... Durante cada minuto de los siete días pensaba que te diría..., deseaba que el tiempo se deslizara veloz, y fluido, hasta que encontrara el valor para llamarte...
Y te juro que cuando lo hice tartamudeaba...
Nunca me había palpitado el corazón de semejante forma...acelerado y estático, me flaqueaban las piernas y la voz...
ReENCONTRARME contigo fue una experiencia arrasadora... Me volví loca...
Te viví con la intensidad del primer amor..., con toda mi ingenuidad..., con desgarro...
Me ahogabas en una densidad de emoción y sentimientos...
Supe que aquello era el amor...certidumbre repentina...algo que cortaba el aliento, que da escalofríos... Que me hacía llorar, que me hace reir... Un bosque oscuro y peligroso pero fragante y acogedor...
Tú me atraes con una fuerza misteriosa y no me quedó más remedio que adentrarme hacia tu Alma, aún sabiendo que, probablemente, jamás encuentre el camino de salida...